CRÓNICAS 2005

CUDILLERO

Magdalena Gallardo

Compañera de la Caja, en Recursos Humanos-Formación

Ojeaba, que no leía, la información sobre los viajes a realizar por El Club. Primero por mi pecunio, y segundo por la reticencia hacia los compañeros. No estaba dispuesta a oír hablar nada relacionado con el trabajo, en mis horas de asueto. Todo cambió con mi excursión al Palacio de los Selgas. Sentí interés en visitar “la casa” de veraneo de aquellos ricachones asturianos, que no solo disfrutaban rodeándose de arte y confort con sus ganancias en bolsa; también lo hacían proporcionando trabajo y cultura a sus vecinos.

Arropada por una amiga y mi hermana (por eso de la compañía), llegó el día de la visita, sábado 9 de julio. En esa fecha, por motivos familiares, no estaba en Oviedo y una compañera me facilitó el trayecto hasta la ciudad (existe el compañerismo). Allí nos esperaba el autobús rumbo a Cudillero.

No quiero narrar la variedad de hermosos árboles en los jardines, o su estructura, tampoco los espléndidos artesanados, de marquetería, en techos y suelos, la importancia de varios cuadros, o detallar algunos de los pomposos muebles.

Imperdonable es no mencionar el material didáctico a disposición de los niños del concejo, que aún hoy, sería innovador y sorprendente, no lo voy hacer. Tampoco quiero mencionar el “llantar” en el Hotel Lupa, o el relajante paseo por San Juan.

La sorpresa del viaje fue la visita guiada a Cudillero, sí, compañeros, leéis bien, yo también me dije, “que patochada” ¿quién no conoce Cudillero?; ja, pues resultó de lo mas ameno y entretenido, e incluso necesitaría un poco más de tiempo.

Mi atención fue acaparada por los compañeros de viaje, la camaradería existente, la no mención de trabajo, rompió por completo mis barreras. Eso me demuestra una vez más, que no se puede hacer ideas preconcebidas sobre nada, ni sobre nadie.

Si tuviera que evaluar a la organización seria sobresaliente cum laude, lo cual confirma, el porqué llegamos a ser una de las principales entidades en nuestra región. Con gente que trabaja con tanta ilusión y entusiasmo, el futuro es nuestro.

Los que puedan ¡ánimo!, a viajar, no saldréis defraudados.