CRÓNICAS 2008

TURQUÍA

Mª Cruz Méndez García

Esposa de nuestro compañero de la Caja Juan Manuel Iglesias, en la Of. de Fruela

CRÓNICA DEL VIAJE A TURQUÍA

Primer día.13 de marzo

No puedo reseñar la salida desde la primera persona pues a mí me recogieron en viaje, en la glorieta de Tabaza, pero me contaron que el retraso se debió a una huelga de taxi, que por los pelos nos deja sin un cuarto de grupo, aun así como siempre en estos viajes la previsión y el amplio margen de tiempo con el que se realiza la recogida, permite que lleguemos con mucha holgura al primero de los vuelos que nos llevaría a Madrid y de allí a Estambul, donde dormiríamos nuestra primera noche, después de haber utilizado ya tres medios de transporte: autobús, avión y tren (aeropuerto de Madrid).

Conocemos a los que serían nuestros guías: Nuran y … que en un autobús y un microbús nos acompañarán durante el recorrido por el país.

Esa noche pocos se animaron a darse una vuelta por la noche de Estambul, el cansancio y la hora de llegada inclinaron a la mayoría a darse una vuelta por la cama y retomar fuerzas, aunque algunos más jóvenes y enérgicos no se resistieron y salieron a conocer las proximidades del hotel.

Segundo día.14 de marzo

De nuevo cruzamos el puente, y realizamos a la inversa, el recorrido que ayer habíamos realizado de noche, observando los monumentos iluminados, hoy lo hacemos a plena luz y con el bullicio propio de esta enorme ciudad, pero, ¡hay suerte! Y no tenemos atasco. Llegamos al aeropuerto sin problema para tomar el avión dirección Ankara, un poco de baile en los mostradores de facturación  y algún que otro pitido en el control de la policía, alguien tuvo que descalzarse y facturar un “trolley” que  quería llevar , parecía sin importancia la cosa, pero el caso es que algunas pertenencias faltaron a la llegada a Ankara, lástima, había ido todo tan bien con el equipaje, pero algún turco sabía del buen gusto de Loli y se quedó con sus playeros y alguna que otra prenda.

Ankara nos recibe con mucho frío y lluvia e iniciamos la visita al Mausoleo de Ataturk, la entrada fue lluviosa, pero la salida a trapo limpio, una capa de nieve cubrió el asfalto, los guardias del mausoleo comentaron que el día anterior había 17 grados. Tiempo cambiante.

Del Mausoleo, ¿qué decir?, Ataturk está en Turquía por todos lados, da la sensación de ser muy querido, reconocido como el fundador de la Turquía moderna, su tumba es un enorme complejo construido  entre los años 1953 y 1964, en una colina desde la que se divisa toda Ankara, de esta vista disfrutamos poco debido a la niebla que no lo permitía. Una maqueta sirve al guía para explicar  los distintos museos que se encuentran en el interior y nos marca el punto por el que no debemos bajar, pues luego sería difícil salir. Es indudable que en sus objetos particulares se ve claramente el buen gusto personal.  Aunque hubo varios proyectos y alguna polémica con su mausoleo, al menos aquí al arquitecto no le cortaron la cabeza cuando terminó la obra.

Nos dirigimos a comer todos juntos a un restaurante propiamente turco, llamado Haci Arifbey, que nos recomienda el guía, ese día la comida era por nuestra cuenta, pero todos aceptamos el acudir a este lugar.

Aún me relamo al recordar el  exquisito pan turco, que salió en varias hornadas, para tomarlo reciente, los entrantes a base de queso, verduras y ensaladas, muy picantes algunas. Elegimos entre cinco variedades de kebab, previamente recomendadas por el guía, en general de cordero y ternera, y una super- albóndiga riquísima, algunos se arriesgan con el picante y parece que sobreviven.

La tarde sin programa y el mal tiempo,3ºC, reparte a unos y otros, el hotel tiene su jacuzzi en obras. Algunos nos animamos a coger el metro e irnos a Kisiday, zona populosa de tiendas, tráfico y pasarelas cerradas y metálicas, en diferentes estados, para cruzar las calles. De regreso al hotel nos encontramos en la entrada, varias tertulias y muchas partidas de cartas.

Tercer día. 15 de marzo

Ankara nos muestra su museo de las  civilizaciones y en su recorrido uno va descubriendo la riqueza histórica de los antiguos pueblos que habitaron Anatolia, todos los legados desde el período paleolítico, asirios, hititas, frigios, etc, destacando  la colección de arte y artesanía hitita del VI milenio a. C.

Salimos hacia la Capadocia, el paisaje es árido, antiguamente  el vino era uno de los pocos productos que se producían en estos lugares y era usado como intercambio para conseguir otros productos de primera necesidad.

El lago salado se presenta cubierto de agua y sólo sus orillas nos dejan ver la sal que abastece a toda Turquía.

Al fondo aparece el monte Hasan, un cráter volcánico y  uno de los responsables, junto con el Erciyes, antiguo monte Argeo, de la formación de Capadocia, cubierto de nieve.

De camino nos desviamos  a visitar una antigua posada de la ruta de la seda, donde se detenían a descansar las caravanas con productos provenientes de Persia.

Entramos por la ciudad de Nevsehir para dirigirnos a Göreme donde estará nuestro hotel, abierto hace sólo unos meses, camuflado entre chimeneas y permitiéndonos disfrutar de este maravilloso espectáculo que es la Capadocia, sólo un pero: no hay ascensor, los que no teníamos dolencias de espalda nos subimos las maletas, los restantes esperaron al botones.

Información sobre la posibilidad de volar en globo a la mañana siguiente, un pequeño grupo de valientes se apunta a la experiencia, a la cual no pueden ir niños, ni mayores de 65 años por falta de cobertura del seguro. Muy abrigados pues el globo sube a unos 1000 m. y allí la temperatura puede ser de unos 5ºC.  bajo cero, también habrá que afrontar un violento madrugón a las 5. 30 de la mañana.

Después de cenar acudimos a un espectáculo opcional de danzas típicas de la zona, especialmente dedicado a turistas, en el que probamos el Raki (puro anís) acompañado de  pistachos y frutas. Disfrutamos de lo lindo, y quedamos, al menos yo, impresionados con la bailarina, estilo derviche que no cesaba de girar.

Volvemos al hotel para dormir unas horas aquellos que decidieron ir en globo y un poco más los que desistimos de ello, pero…

Cuarto día: 16 de marzo

…el día amaneció soleado, con una calma fantástica, lo que permitió la salida de los globos sin ningún problema, la vista y el recorrido sobre una Capadocia recién despertada, sin  frío, sin  viento y con la brillante luz del amanecer hizo a los pasajeros disfrutar y compensar con creces el esfuerzo del madrugón. Venían excitados y entusiasmados,-“lo más difícil es subirse a la cesta”, comentaba nuestra amiga Carmen, lo cual puso los dientes muy largos a algunos que ya tienen una razón para volver a Capadocia: volar en globo al amanecer sobre las chimeneas de las hadas.

Hoy nos espera un intenso día, para los somnolientos no habrá tregua, subimos al autobús y nos vamos hacia la ciudad subterránea, pasamos de nuevo por la ciudad de Nevsehir y su famosa cárcel por los 6 presos fugados,  el valle da la palomas Guvercinlik, primero fueron introducidas para conseguir abono y después exterminadas por sus efectos destructivos sobre las chimeneas.

Sobre el s.VII, los árabes atacaron Capadocia para acercarse a Constantinopla, querían eliminar a los primeros cristianos, por esto ellos se refugiaron en la ciudad subterránea de Kaymacli, se sabe con seguridad que los cristianos estuvieron aquí pero se cree que ya los hititas habían excavado con anterioridad.

Sólo hay tres plantas recuperadas pero se suponen ocho ó diez, los corredores se cerraban con una especie de rueda de molino con un agujero en medio que se cree de efecto defensivo, diversas estancias unidas por pasillos en rampa, algunas escaleras hechas en la actualidad y la iluminación que facilita mucho la visita, aunque en algunos puntos los más altos deben bajar su centro de gravedad y algunas gorras salvan las calvicies de  salir heridas.

Una parte del grupo ha decidido quedarse fuera practicando el regateo en el mercadillo.

Desde el autobús la vimos en un par de ocasiones pero la fortaleza de Uchisar es bellísima tanto de cerca como de lejos, a su lado, entramos a una casa chimenea de 6 plantas, sólo unos poquitos alcanzaron la última planta a través de escaleras de mano apoyadas en un hueco para acceder al piso superior.

En el valle de Göreme visitamos las iglesias paleocristianas con frescos recientemente restaurados, algunos del s. IV y otros desde el s. XII al XVI. Las iglesias de San Gabriel y Santa Bárbara que en realidad forman parte de la misma, la de las sandalias y la de la serpiente, S. Jorge y S. Teodoro matando una serpiente en la representación del fresco.

Comimos en el restaurante Dede Efendi, la comida buena, sólo surge algún problema con los cambios, la cerveza a 3 € y el agua a 2€, el té no está incluido, pero está muy bueno.

Nos dirigimos a Çavusin, un pueblo nuevo construido dentro del antiguo, a los pies de una muralla llena de aberturas que llevan a las viviendas excavadas en la roca, para  admirar la vista de todo el valle hay que subir una cuesta que resulta más pendiente después de comer y con alguna que otra gana de siesta, pero como siempre ocurre, el esfuerzo merece la pena y la vista es impresionante.

Las fotos se triplican en el Valle de Pasabag, donde se admiran formaciones de hasta tres capiteles.

Famosa por sus alfombras de doble nudo, no podíamos dejar de lado una de las ocupaciones de la zona, la empresa Bazaar 54, se dedica a la formación de mujeres  en  la elaboración de las alfombras artesanales, de manera que luego continúan el trabajo en casa y se reparten beneficio con la empresa que es la que pone los materiales.

Cuando llega el momento de la venta propiamente, surge una propuesta interesante: “se compra una alfombra para todo el grupo y se pasa cada semana por cada casa”, parece no cuajar y pasamos directamente a probar el género y el regateo, los dependientes surgen como setas y por fin alguien compra, creo que Bazaar 54 ya ha logrado cumplir objetivos por este día.

Pero hoy el día no ha terminado y después de la cena acudimos a ver las danzas místicas de los Derviches, los Semasen de la Orden de Mevlana, dependientes de la ciudad de Konya. La situación está a punto de sueño para algunos, una señora del grupo de enfrente adopta posición de buda con los dedos juntos. Después de las danzas un semasen atiende todas las dudas que se le quieran preguntar en una sala aparte en la que se reparte té, preguntas y respuestas son traducidas por nuestro guía.

Quinto día: 17 de marzo

Salimos dirección Konya con una parada técnica de 15 minutos, el paisaje es plano y seco, productor de trigo, en esta ciudad se puede admirar la Mezquita que guarda la tumba de Mevlana, fundador del sufismo, destaca por su minarete de azulejos verdes.

En la entrada Nuran nos ofrece algunas explicaciones y nos indica que debemos ponernos unas bolsas en los pies y que no es necesario cubrirse, aunque lo hacemos por respeto. Más que mezquita es un museo que muestra los sombreros de los derviches, objetos de rezo, el rosario de las 990 cuentas, las alfombras, escenas de la vida de un derviche ,…y sobre todo la impresionante cúpula labrada.

Paramos a comer en un restaurante de carretera y continuamos viaje, hoy es día de muchos km.

El conductor se detiene y es que la policía nos ha parado, documentación y tacómetro fuera, tenemos multa.

El paisaje cambia y empieza la arboleda, con las montañas nevadas al fondo, aparecen los frutales, después se vuelve montañoso  y, de nuevo nos para la policía, ¡vaya día de multas!, menos mal que no hay carnet por puntos.

Vemos un lago volcánico con los bordes de sosa, hay fábricas alrededor. El viaje continúa y el guía aprovecha para resumirnos los últimos 100 años de la vida política de Turquía y describirnos un poco las costumbres y tradiciones de la Turquía profunda, situada sobre todo al este del país, donde la mujer tiene una durísima vida.

Por fin llegamos a Pamukkale, el día ha sido muy pesado y largo, pero el baño termal que nos pudimos dar en el hotel hace desaparecer todos los males, y hace aparecer algunos otros, aquellos que tanto calor les produjo un altibajo de tensión, el agua de la piscina quemaba y el jacuzzi casi, casi.

Sexto día: 18 de marzo

Comenzamos visitando la necrópolis de la ciudad greco-romana de Hierápolis, primero necrópolis helénica, junto a la zona de hospital y separado de la ciudad, propiamente dicha, por una calzada de  un km. La necrópolis está formada a base de tumbas hechas con piedras encajadas, formando un complejo muy atractivo de diferentes épocas.

La ciudad santa fue fundada en el siglo II por Eumenes y posteriormente los terremotos  de una gran intensidad la destruyeron. El guía se detiene en su explicación sobre el sistema utilizado para repartir el peso de las enormes piedras a base de un sistema de arcos y, encajando las piezas con unos raíles, tipo macho-hembra, que hacían más seguras las edificaciones, sin hundirse ni hacia dentro ni en el barro de la tierra en el caso de un terremoto.

La ciudad romana se abre con una puerta de arco en mitad de la calzada sagrada, el suelo era de mármol rojo y había frescos en las paredes, sólo una columna  del templo de Apolo está restaurada por el momento.

El odeón tenía techo y se utilizaba para dar fiestas en honor a Dionisio, luego pasamos  a visitar el gran teatro de Hierópolis con una cávea de 10.000 asientos que los romanos aumentaron a base de arcos y ampliando el escenario.

Nos desplazamos a la colina de algodón de Pamukkale, impresionante espectáculo, que a pesar de todo lo que fue y ya no es, te deja una imagen increíble, con sus piscinas naturales, en las que el agua no parece muy termal que se diga, pues en ciertos sitios estaba fría. Para entrar en ellas tienes que descalzarte obligatoriamente y el riesgo de caída se consumó, menos mal que fue la parte infantil la que sufrió el accidente y no tuvo consecuencias, salvo la mojadura. De toda la montaña sólo una pequeña caída permanece y el resto se está ennegreciendo, lo que da una pena tremenda. La razón: un manantial desplazado por la construcción de una carretera, los hoteles cercanos que recaban el agua para sus piscinas,… será un trasvase que no es trasvase, como el del Ebro.

En un hotel está la piscina histórica, llena de columnas y restos del paso de los terremotos, con su agua termal, para disfrute de los que quisieran bañarse al aire libre, no fue nuestro caso por falta de tiempo, no de ganas.

Afrodisias  nos espera  para mostrarnos su estadio, quizás el más bello de la antigüedad. Empezamos la visita desde la casa del arqueólogo, Kenran Erim, que trabajó aquí durante 47 años y tiene su tumba en el entorno del tetrapilón. A él y a la ayuda de un niño que vivía en el pueblo, se debe el descubrimiento del hipódromo, con una pista de 250 m y una capacidad de unos 20.000 espéctadores, aún parcialmente enterrado, impacta cuando lo ves desde las gradas superiores, algunos descendieron a la pista para sentirse gladiadores por un momento. Nos detuvimos en los baños con sus piedras talladas, indicando la grandiosidad de la ciudad y el templo de Afrodita con las 14 columnas que permanecen en la actualidad.

Tomamos un tractor con remolque habilitado con asientos y cubierto de plástico pintado de verde para llegar al autobús que nos traslada al restaurante, hoy se hizo tarde, son las 15.00, por el camino recogemos a un militar haciendo autostop. Nos comemos un kebab en pincho moruno y por fin el baño es sin pagar.

Salimos hacia Kusadasi, el paisaje recuerda mucho a nuestra Andalucía, olivares y olivares. A la llegada al hotel, piscina, cena y un paseo hacia el puerto.

Séptimo día: 19 de marzo

Comenzamos con felicitaciones a Pepes, Pepitas y padres en general y a Raquel por su cumple. Estamos en una zona turística  a la orilla del Egeo, el guía nos va contando la historia sobre la fundación de Éfeso y cómo el templo de Artemisa se convirtió en el primer banco del mundo, en el que se pagaba hasta un 6% de interés.

Es casi imposible reseñar todo lo que puedes visitar en Éfeso, pues su magnitud da idea de la importancia que tuvo. Una relación de monumentos. El Odeón con puerta de entrada griega, los romanos suben la galería y le dan altura, el templo de las Vestales, los símbolos de la farmacia y la medicina, las fuentes que eran símbolo de riqueza, de Poio y Caios, por supuesto la de Trajano, Puerta de Hércules, la gran Biblioteca de Celso y el Gran Teatro con su dudosa restauración con mucho hormigón. Comienzan a juntarse muchos grupos y se hace difícil moverse, unos cuantos decidimos irnos al teatro antes que a la Biblioteca y dejar para el final la visita opcional de las viviendas, que sin duda merece la pena, con unos mosaicos y frescos realmente valiosos.

La venta de fotos nos retrasa un poco  y aún nos queda la visita a la casa de la Virgen María, el guía nos cuenta la leyenda de un incendio hace unos años, junto a la casa el viento viró y la casa no se quemó. Fue un pastor en tiempo de Ataturk quién indicó que había una casa con cruces cristianas, se supone que María después de la muerte de Jesús estuvo aquí con San Juan, cuya tumba visitamos a continuación. Pasamos por la única columna que queda del templo de Artemisa, junto con las 8 de Santa Sofía. Anécdota: al subir al autobús yo dudé sobre el nº de columnas, creyendo que eran 6, pregunté a los que me rodeaban, uno apuntó 7, otro5 y otro 4, casi como una porra preguntamos al guía y comprobamos que todos habíamos fallado.

Al llegar a la tumba de San Juan hubo un pequeño problema con los limpiabotas, que según indicó el guía son limpiadores de otro tipo de cosas. Aquí se sitúa la tumba de San Juan que a lo largo de la historia se ha ido transformando, primero fue sinagoga, luego iglesia y posteriormente mezquita.

Nos vamos a comer, en la tienda aneja hay todo tipo de imitaciones y a buen precio, yo particularmente busco unos lápices de colores que no consigo encontrar en ningún sitio, cruzo a la gasolinera y tampoco, de paso veo el precio de la gasolina, 3.29 €, ¡alucina!.

Visitamos un centro de piel Kircilay, nos hacen desfile de modelos y explican la especialidad de la casa, la piel-seda (piel de cordero lechal), entre aple tea y aple tea las compras se animan.

Tarde de hotel, unos de paseo, otros de siesta, otros de piscina y otros de sauna. La cena lleva tarta de cumpleaños y regalo por parte del conductor y el guía, que muy amablemente, habían conseguido encontrar los lápices de colores.

Octavo día: 20 de marzo

Llegó la lluvia, iniciamos viaje a las 7:30 h. y nos acompañan  cielo cubierto y lluvia fina, vamos dirección Pérgamo. Esmirna aparece sobre todas las colinas, es la tercera ciudad del país y se aprecian sus polígonos, edificaciones altas, naves de Coca Cola, Ikea….En la antigüedad estuvo muy relacionada con Grecia y llegó a ser más importante que Éfeso y Pérgamo. Su bahía está hoy tan contaminada que se han perdido los famosos restaurantes de pescado, del otro lado pueden verse las refinerías de petróleo en Alí Aga.

De vez en cuando en el micro se dan dos golpecitos que anuncian chiste de Juan de viajes Malabi, imitando todo tipo de acentos y chistes aptos para menores, nos animó las horas de autobús.

La lluvia desluce tremendamente las visitas de Pérgamo y Asklepieion, sólo unos pocos dispuestos a mojarse  y enfundados en anoraks, paraguas  que no resolvían el problema y chubasqueros lo más largos posible, subimos la colina de la ciudad, admiramos dónde debía estar el altar, actualmente bien cuidado en Berlín, el gran teatro con sus gradas de 78 niveles, los restos del templo de Trajano y observamos toda la llanura que se extiende a sus pies, hoy llena de poblaciones. Después de secar un poco las prendas y que cesase la lluvia, enfocamos Asklepieion, el centro curativo más conocido del mundo antiguo, el teatro, los baños, los masajes y se supone que también las opiáceas, curaban a los enfermos, entre los que destacaron: Adriano, Marco Aurelio y Caracalla. El pasadizo subterráneo nos sirve de refugio pues la lluvia vuelve a ser intensa.

Después de tanta mojadura y de habernos empapado literalmente de las ciudades antiguas, secando ropas en el autobús nos vamos a comer y continuamos viaje hasta Canakkale, el guía nos va dando información de la zona, una rica producción agrícola de algodón, tomate, olivos y tabaco. En este momento hay en construcción una presa que puede poner en peligro ruinas de gran valor. También nos habla de cómo Eumenes II fundó la ciudad de Pérgamo y mandó construir el altar de Zeus para conmemorar la victoria sobre los Galateos. Querían hacer una copia de Atenas y para ello necesitaban dos ríos: Tetios y Celinos que se juntan y forman el Río Caistros, una muralla y la colina configuraron todo lo necesario.

Noveno día. 21 de marzo

Salimos con adelanto sobre la hora prevista, lo que llama la atención al guía , que nos felicita. Volvemos 25 km atrás para visitar Troya, sobre una carretera con un carril compartido en medio de dos carriles de doble dirección, la reproducción del caballo nos recibe en el recinto y empiezan las fotos asomados desde sus ventanas. Un mapa sirve al guía para explicar lo que veremos y lo que era Troya en sus orígenes, las continuas destrucciones y reconstrucciones llevan a determinar al menos nueve Troyas diferentes, difíciles de localizar por el mezclado de capas que Schielmann, en su búsqueda del tesoro de Príamo, realizó, todo para que al final ni siquiera fuese el auténtico. Aún así los diferentes asentamientos están marcados en el terreno. Y una de las capas es de ceniza por lo que  la historia de una guerra sí parece ser cierta. Lo más conservado es el templo de Atenea.

Dejamos el recinto arqueológico y vamos hacia Canakkale de nuevo, ahora, al centro de la población para ver la maqueta de Troya y la reproducción del caballo, utilizada en la película de Brat Pitt. Después de un pequeño paseo por el puerto y hechas las fotos pertinentes, tomaremos el ferry para cruzar Los Dardanelos. Nuestros autobuses embarcan de los primeros, con nuestros atentos conductores y el pasaje pasa a la proa del barco, hasta que el frío nos hace ir retirando hacia los interiores más confortables. Un poco antes de la llegada a puerto de Eceabat nos subimos al autobús y así salimos hacia el último tramo de nuestro circuito, la ciudad de Estambul.

Volvemos a ver Europa y los barcos de los Dardanelos, el guía nos narra la historia de la Primera guerra mundial, en que un barco turco puso las minas en una noche, debido a las cuales murieron aquí  muchos soldados de diferentes países. En el restaurante Gelibolu, a pie de puerto comimos pescado y abundaba la pesca de pescaito (chicharrín, salmonete,…) en nuestro menú entra la caballa, muy rica y un pequeño accidente con el té, sin consecuencias afortunadamente.

El guía nos va contando que un terremoto de 7,9 º derrumbó todas las viviendas, deficientemente construidas y murieron 90.000 personas. Hoy de nuevo la costa se llenó con edificios, aunque se prevé que dentro de 30 años un nuevo terremoto sacudirá la zona debido a una falla del mar de Mármara que terminará por romperse. Pequeña reseña a los sueldos de Turquía, en que hasta los niños trabajan, frutas y verduras son muy caras  y la Seguridad Social  tiene pocos recursos, por lo que todo esto hace que la mayoría de los trabajadores no paguen sus impuestos. La deuda exterior es muy alta y así se permite que USA tenga sus bases militares, lo cual hace que aumente el terrorismo. Nos habla también de la Universidad del Bósforo, fundada por los americanos, y la situación de Chipre.

A la llegada a Estambul, en la autopista se ve cómo venden flores entre los coches, muy buenos y modernos por lo que se puede apreciar.El tema de la entrada en la UE sale a debate.

Nuran nos da su teléfono por si lo necesitásemos. 

A última hora de la tarde regresamos al hotel que nos había recibido en nuestra primera noche.

Décimo día: 22 de marzo

Empieza el día, y en nuestro recorrido con el autobús podemos observar decenas de pescadores sobre los puentes, especialmente el Gálata. Pasamos por delante de la estación Agatha Christie, que vivió aquí en el hotel Pera Palace. Visitamos  la Mezquita Azul, nos reunimos delante de la plaza Sultan Amed, antes llamado hipódromo, y el guía da la localización de las visitas de esta mañana, así como una breve reseña de lo que supuso la construcción de la Mezquita con sus seis minaretes. Un obelisco con escenas de la vida de Teodosio y Justiniano. Después de una larga cola entramos y admiramos la belleza interior de sus mosaicos, toda alfombrada en rojo, algunos devotos hacían sus oraciones .

Cruzamos luego hasta Santa Sofía, 42 años fueron necesarios para su construcción con sus mosaicos de oro y cubiertos de un cristal para proteger el pan de oro, con pegamento actualmente desconocido, se pegaban a la pared. Entonces había cristianos de diferentes partidos, se creía que la catedral uniría a todos. La época iconoclasta tapó con estuco los mosaicos y es difícil quitarlo pues se cae la pieza, aún así es absolutamente fascinante ver lo que está al descubierto. En el segundo piso los mosaicos se salvaron de la invasión otomana. En la actualidad es patrimonio de la Unesco. Vemos por fin las columnas del templo de Artemisa y dos jarrones que el sultán donó para las abluciones por el enorme frío que proviene de Rusia.

El palacio de Topkapi nos espera  y también una gran cantidad de visitantes que nos hacen desplazarnos con rapidez, así es menor  el  impacto al observar la riqueza de las joyas, con esmeraldas  del tamaño de un adoquín y los tronos de oro y tantas otras cosas que no se pueden explicar, hay que verlas. La iglesia de Santa Irene, hoy cerrada, se utiliza para conciertos por su buena acústica, el harén puede quedar para mañana como visita opcional, y el guía nos habla de los genízaros, soldados privados del sultán  y su importancia en la historia turca. Eran niños cristianos que se apresaban, generalmente yugoslavos altos y fuertes, criados como musulmanes que defendían el Islam con más bravura, pero que en ocasiones acababan volviéndose en contra del mismo sultán. El día espectacular nos enseña una vista del Bósforo bajo un radiante sol y una suave brisa.

A la tarde el Gran Bazar nos engullirá en sus pasadizos y algunos nos perderemos a la salida, pero nos dará la oportunidad de entrar en contacto con la vida de la ciudad, el sistema de autobuses funciona muy bien y la policía nos indica correctamente el nº que nos llevará a la Plaza Taksim, para callejear y cenar en medio del bullicio de la zona.

Undécimo día: 23 de marzo

Tomamos el autobús camino del Palacio de Dolmabahçe, la espera para entrar es larga por la acumulación de gente, nos da tiempo a ver el cambio de guardia y entramos  al moderno edificio con estilos Rococó y Neoclásico, lámparas de Bohemia, alfombras Hareke y la lámpara más grande del mundo, 4 Tm en la sala de Muayede  junto a la gran alfombra, pieza única, en una estancia con una superficie de casi 2000 metros cuadrados con sus áreas anejas, y una cúpula de 36 m de alto.

Nos desplazamos a continuación al museo De Sadberk Hanin, donde se expone la colección  particular de una de las familias industriales más importante de Estambul, la familia Koç, junto con una serie de piezas  y restos desde las épocas más antiguas a las más modernas, a modo de recopilación etnográfica de la vida turca.

Después de comer nos iremos a Tarabia para tomar el barco y hacer un recorrido en zig-zag sobre los dos continentes, ambos guías nos mencionarán las curiosidades de las orillas, construcciones típicas turcas, palacios y casas palaciegas, algunas con ciertos problemas de humedad y abandono, otras recuperadas como restaurantes y hoteles, la fortaleza y los puentes, hasta el muelle, donde nos bajaremos y algunos se quedan a visitar  el bazar de las especias, otros volveremos al Gran Bazar, que en atención al número de visitantes españoles que están en la ciudad, abre sus establecimientos casi al completo a pesar de ser Domingo. De regreso la cena es libre, y casi todos nos damos cita en la Plaza Taksim, donde se ultiman compras y se vive el bullicio de la ciudad.

Duodécimo día: 23 de marzo.

Una pequeña parte, seis personas del grupo, entre las que me encuentro, regresamos a Asturias hoy, las restantes harán sus visitas opcionales y tendrán el día libre en Estambul para regresar al día siguiente 24 de marzo.

El madrugón es casi letal, recogida a las 03:15 en el hall del hotel, tiempo de espera en el aeropuerto donde podemos ver a un policía con un perro revisando las mesas de facturación, interesante. Sin problemas nos embarcamos hacia Asturias, vía Madrid, donde también tenemos una pequeña espera.

Asturias nos recibe con lluvia como debe ser. A los viajeros del día siguiente un autobús los irá repartiendo por las ciudades de: Avilés, Oviedo y Gijón.

Esperando encontrarnos en breve con la gente tan estupenda que viaja con el club y agradeciendo a los organizadores  el esfuerzo que supone llevar a cabo estas intensas programaciones, recibid todos un cordial saludo de quien hizo este pequeño resumen de lo que aconteció en tierras otomanas. ¡Hasta el próximo viaje!