CRÓNICAS 2007

SALOU

Luis Martínez Santiago

Vicepresidente del Club

Viaje a La Pineda – Vila Seca (Tarragona)

Del 11 al 25 de Mayo de 2007 personal de cajAstur y amigos viajamos a La Pineda – Tarragona, para disfrutar de unos días de descanso.

No empezábamos bien el viaje, ya que una huelga de transporte de viajeros nos obligaba a trasladarnos en vehículos particulares para llegar al aeropuerto de Asturias. A partir de aquí, todo fue sucediendo conforme al programa previsto.

En el aeropuerto de Barcelona, tras un leve despiste de la empresa de autobuses Hife confundiendo la Terminal B y C (lo mismo al regreso a Asturias), nos dirigimos al hotel La Hacienda ****, situado muy cerca de la playa y a escasa distancia del parque temático “Port Aventura”.

La instalación hotelera es muy buena, y el personal resultó muy cordial y afectivo con nosotros. La clientela es gente joven con hijos pequeños, lo que resulta muy gratificante para los que peinamos canas y tenemos niet@s que adoramos.

Próximo al Hotel hay una Taberna Vasca, donde recibimos un trato muy familiar, lo que propicio nuestro acercamiento y lugar de encuentro después del baño y/o paseo por la extensa y hermosa playa, para degustar un “champú”, y en ocasiones ver fútbol por su TV de pantalla grande.

El día 16 de mayo organizamos una excursión a localidad de San Sadurní d’Anoia, uno de los nombres míticos de la geografía vinícola española, donde visitamos la casa Juvé y Camps, tercera bodega en importancia del sector. Allí pudimos ver sus métodos artesanales de elaboración del cava en las plantas subterráneas de la bodega, en cuyas galerías se siguen removiendo a mano las botellas en los pupitres, y donde las Grandes Reservas reposan durante largo tiempo y maduran lentamente marcas tan prestigiosas como “Milesimé”, que tuvimos oportunidad de catar y degustar su sabor en una inesperada invitación presidida por la Sra. Juvé, que con atención y afecto nos ofreció un exquisito ágape que todos disfrutamos con tal cantidad de viandas que algunos llegaron al hotel y subieron directamente a las habitaciones sin pasar al comedor.

   

En este acto, aprovechamos para dejar constancia de nuestra presencia en las cavas, ofreciendo a la anfitriona una placa recuerdo de nuestra visita a las instalaciones, y nuestro agradecimiento por su amabilidad y generosidad con todos nosotros.

La visita a la ciudad de Barcelona tuvo lugar el día 18 de mayo, con llegada a la Plaza de Cataluña donde fuimos recibidos por el guía oficial Sr. Ricardo de Prado, que nos llevó a pié en un recorrido por Las Ramblas, Mercat de la Boquería –antiguamente mercado de Sant Joseph-, todo un deleite para paladares exquisitos. Pasamos por El Liceo y seguimos a la izquierda de las Ramblas adentrándonos en el Barrio Gótic, con visita obligada a la Catedral, un poco más adelante la Placa del Rei. En ella se encuentra el Museo de Historia de la ciudad. La placa de Sant Jaume. A ella asoman, una frente a otro, la Casa de Ciutat (Ayuntamiento) y el Palau de la Generalitat. Aquí perdimos a nuestro amigo José Luis (Luisito), que extasiado de ver tanta belleza se quedó haciendo fotografías a diestro y siniestro. A punto de perder también al guía, por fin volvimos todos a la concentración y reanudamos el recorrido hasta el Barrio de la Ribera y el Born. En este lugar se localiza uno de los monumentos más interesantes del gótico catalán, la Iglesia de Santa María del Mar. Concluida la visita matinal, siendo una hora prudencial para tomar un aperitivo y posterior almuerzo, optamos por dispersarnos e ir a diferentes establecimientos hosteleros. Unos fueron a Els Quatre Gats; otros a Moncho’s, y otros fuimos Al Passatore de la Pla de Palau, con platos de exquisita elaboración.

Por la tarde reanudamos nuestra visita en el autobús, con salida de la Plaza de Colón,  dirección a Montjuïc, con parada en el Mirador del Alcalde para disfrutar de una bella panorámica de la ciudad, luego, paramos en estadio olímpico, desde allí nos dirigimos al Museo Nacional d’Art de Cataluña. A la salida aprovechamos para disfrutar de una panorámica de la Avda María Cristina y Plaza de España, donde hicimos una fotografía de grupo en un radiante día de sol. Volvimos al autobús para seguir recorrido por La Font del Gat hacia el Paseo de Gracia y su conjunto modernista. Parada obligada en el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, y a continuación seguimos por las calles de la ciudad hasta la estación de Sants, donde nos despedimos del guía y seguimos viaje por la plaza de España en dirección a La Pineda. Fue una visita diferente a la del año anterior, con un guía de origen leonés, muy documentado que poco a poco fue creciendo en atenciones con todos los presentes, resultando de interés sus explicaciones.

El día 22 de mayo, en una apretada jornada de medio día, visitamos el santuario de Nuestra Señora de Montserrat, donde se venera la virgen negra patrona de Cataluña. El autobús nos trasladó hasta la estación de Monistrol, donde tomamos el Tren de Cremallera que nos eleva hasta lo alto de la montaña. Llegamos con tiempo suficiente para acudir a la misa conventual de los monjes de la congregación benedictina, que algunos siguieron con fervor y otros aprovecharon para disfrutar de la belleza interior de la basílica y su excelente colección de lámparas. Los más perseverantes tuvieron oportunidad de ver de cerca la imagen de la virgen, toda vez que una masa humana guardaba cola con este sentimiento religioso. Recorrimos todo el complejo y desde los múltiples miradores disfrutamos de excelentes vistas.

La hora de regreso se echó encima y no pudimos oír a la Escolanía de Monserrat, que cantaba al tiempo que nosotros volvíamos al Tren, para disfrutar de un bello paisaje desde unos 1.000 m de altura. El autobús nos retornó al hotel, con un sentimiento de admiración después de ver tanta belleza.

Por otro lado, también se organizaron excursiones en grupos a localidades cercanas, como fueron Tarragona, Reus, Cambrills, Sitges y El Veldrell. Otros repitieron visita a Barcelona aprovechando el transporte público BUS PLANA, que comunicaba todos estos lugares citados con La Pineda, con parada muy próxima al hotel, y salidas cada 20 o 30 min., lo que hizo innecesario el autobús que el pasado año llevamos desde Asturias.

El día 23 de mayo celebramos la tradicional espicha asturiana. Habíamos convenido con la dirección del hotel una merienda-cena donde no faltara la sidra y platos tradicionales de la cocina asturiana y catalana. Sin embargo, nuestros objetivos se vieron desbordados con aquella suculenta variedad de alimentos, y como plato especial la “fideua”, plato típico del lugar, cuya receta fue facilitada a nuestras esposas por el Sr. Paco, jefe de comedor del hotel. También dimos cuenta de las botellas de sidra Cortina, de Amandi -Villaviciosa, que un numeroso equipo de “echadores” asturianos (me refiero a nuestros amigos de viaje), hicieron la delicia y asombro de cuantas personas asistieron, incluidos los compañeros de cajAstur en Tarragona y Reus, que como todos nosotros, disfrutaron de tan agradable fiesta. El cierre lo puso el baile con música en vivo hasta la medianoche.

Sirvan estas palabras de reconocimiento y gratitud al director y personal del hotel, por tantas atenciones recibidas en este evento.

Dani, Ana, María, Juan Cristian y Gemma, responsables de la animación del hotel, con su alegría contagiosa y espectáculos presentados nos han hecho pasar unos días muy divertidos. El diploma que nos han entregado con sus cariñosos mensajes lo colocaremos en lugar preferente de nuestro Club.

En resumen, fueron dos semanas llenas de actividades y descanso que se hicieron muy cortas. Gracias a la excelente colaboración de cuantos formamos este grupo de personas que viajamos en esta ocasión, pasamos unos días maravillosos en un hotel de primera en la Costa Dorada catalana. El buen tiempo ha sido nuestro gran aliado, cuando casi toda España estaba inundada por las lluvias.

Con esta crónica, me despido de todos l@s compañer@s de viaje, al no poder hacerlo en el tumulto del Aeropuerto de Asturias, y mi gratitud por vuestra ayuda.