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José Juan González Suárez Compañero prejubilado |
Compuesto por 32 personas, lo iniciamos en la Estación del Norte en Oviedo, a las 7,45 de la mañana con llegada a Madrid-Chamartín a las 12,30.
Tren Alvia de Renfe, con características mixtas de tren normal y AVE. Hasta Valladolid no superó los 160 Km/h y desde allí con el cambio del ancho de ejes roza los 200 Km/h hasta Madrid.
Los coches son amplios y cómodos y el servicio de cafetería muy bueno.
Ya en los tramos puros de AVE, desde Madrid hacia Andalucía y viceversa, la mejoría sólo se nota en una mayor velocidad, que no enseñan los paneles, porque los coches son menos cómodos y presentan síntomas de deterioro en los tapizados y en otros elementos, y el servicio de cafetería es peor.
Desconozco los precios del billete.
Tras cambiar de estación en Cercanías, tomamos el AVE en la estación de Atocha destino Córdoba a las 14 h. y llegamos a las 15,45 h. no sin antes sobresaltarnos las fuertes lluvias por Despeñaperros.
Ya en la estación de llegada nos espera Salvador, el guía, que nos lleva a conocer las ruinas de Medina Azahara, palacio del siglo X, mandado construir por Abderramán III para su favorita.
En
restauración, ha sido saqueado por los beréberes en el siglo XI y posteriormente
ha servido de cantera para aprovechar materiales para construcciones mucho más
recientes.
Muy buen tiempo.
Quedamos alojados en el Hotel Conquistador **** al lado mismo de la Mezquita.
Tarde libre, que algunos dedicaron a conocer otras cosas, el ambiente, Palacio y Jardines de la Merced, la Plaza de Tendillas, el Puente Romano con su Torre de Calahorra en un extremo y el monumento a San Rafael, patrono de la ciudad. Sus vistas nocturnas son preciosas.
Al día siguiente, Salvador nos enseña El Alcázar de los Reyes Cristianos, callejeamos por el barrio judío y llegamos a la Sinagoga, una de las tres existentes en España en estilo mudéjar de esa época. En el paseo se pasa por delante de la estatua del sabio judío Maimónides.
Pero la gran visita de hoy, y posiblemente de todo el viaje, es la de La Mezquita.
Conforma una mezcla de estilos, mandada construir por Abderramán I en el siglo VIII, ha sufrido diversas modificaciones, pero resumiendo siempre el poder del Islam en la Península. Su arquería interior, sus escritos murales, su filigrana y su colorido hacen de La Mezquita un monumento inolvidable.
Tarde libre que nos sirve para conocer mejor otros aspectos de la ciudad. Ana y Alberto quedaron impresionados por una boda gitana en El Cristo de los Faroles.
También hizo muy buen tiempo.
Salimos con autocar de Autos López, conducido por José María, a las ocho de la
mañana, desde Córdoba a Granada por la N-432, no hay autopista, aunque la
carretera es buena. Llegamos hacia las diez de la mañana, nos tomamos un café y
ya con el nuevo guía, que también se llama José María,
visitamos el Monasterio de la Cartuja, construido en el siglo XVI en terrenos donados por
El Gran Capitán, con una impresionante sacristía de estilo Churrigueresco, con
mármoles de Lanjarón. Mármoles que presentan un veteado espectacular, producto
del filtrado durante miles de años por las aguas de este nombre, que arrastran
las cualidades de la piedra y dejan unas marcas de gran belleza.
También la sacristía tiene unos armarios en taracea, con incrustaciones de marfil, madera de olivo y caparazón de carey que los hace espectaculares.
Seguimos por los claustros que siempre tenían al número 33 presente: se corresponde con la edad de Cristo, los integrantes de cada claustro, los botones de una sotana, etc.
Salimos y ya en el Albayzín y desde su mirador de San Nicolás, desde donde se ve una panorámica preciosa de La Alhambra, comenzamos la bajada a pié por sus calles estrechas y empinadas. Y llegamos al Hotel Alhamar**** y quedamos alojados.
Por la tarde visitamos el centro histórico, la Alcaicería, la Catedral con sus órganos enfrentados, La Capilla Real, la cripta donde reposan Los Reyes Católicos y Felipe el Hermoso y Juana la Loca.
También se guardan la corona de la reina, la espada del rey y los estandartes de su ejército.
Sigue
tiempo libre que se dedica a pasear por la zona centro, la Bib-Rambla con su
fuente de Los Gigantones dedicada a Neptuno, etc.
Hacia las ocho de la noche comienza a llover y se emprende la vuelta al hotel.
Al día siguiente tenemos la mañana libre y por la tarde el guía que sustituye a José María, nos lleva, ajustándonos estrictamente al horario, porque así tiene que ser, a la visita de La Alhambra, jardines del Generalife y palacio de Carlos V.
Llegamos en autocar después de un gran rodeo a la ciudad.
La lluvia hizo acto de presencia e incomodó mucho; quien no tenía paraguas lo tuvo que comprar.
En La Alhambra, aunque El Patio de los Leones está en restauración y no presenta ningún león, pudimos disfrutar de este monumento, de sus estancias, sus patios, sus arquerías, sus fuentes, sus mocárabes, sus azulejos y sus corredores con vistas del Sacromonte y Albayzín.
El paseo por los jardines del Generalife sufrió el inconveniente de la lluvia, además de que presentaba algún destrozo del temporal de días anteriores.
Y el final de esta visita es en el Palacio de Carlos V, gran muestra del arte del Renacimiento, que quedó incorporado a La Alhambra en 1526 y rematado en fechas muy recientes.
Como ya había dejado de llover y como el centro de la ciudad está muy cerca, propusimos bajar caminando el kilómetro que hay hasta la Carrera del Darro; salvo tres o cuatro personas que rechazaron la caminata, todos comenzamos a bajar pero hubo una persona que resbaló y por precaución tomó también el autobús. Sólo resulto dañado el cristal del reloj. Eran las 6 de la tarde.
Salimos de Granada a las ocho de la mañana, por autovía, y tras una parada técnica llegamos a Sevilla hacia las once. Nos encontramos con la guía, Beatriz, quien nos inicia en la panorámica de la ciudad, Parque María Luisa, barrio de Santa Cruz, la Alcaicería y las edificaciones de la Exposición Iberoamericana de 1929. Quedamos alojados en el Hotel Catalonia Emperador Trajano ****.
Por
la tarde conocemos la plaza de la Alfalfa, el Ayuntamiento, calle Sierpes, casa
de Pilatos, Iglesia del Salvador y paso de La Macarena. Y quedamos libres el
resto de la tarde.
La jornada siguiente, en que un acompañante se ausenta por motivos laborales, reintegrándose al grupo al final del día, hacemos un recorrido panorámico por el recinto de la Expo-92 donde se aprecian sus edificaciones monumentales, algunas de ellas en situación deplorable de mantenimiento o en abandono. Además estaba bastante nublado.
Visitamos, a continuación y a pleno sol, La Giralda, catedral de Sevilla levantada sobre una mezquita almohade del siglo XII, sus retablos, sus capillas, la tumba de Colón, el Patio de los Naranjos. Y los más atrevidos subieron las 34 rampas más 17 escalones de la torre, hasta el campanario, para disfrutar de las vistas de la ciudad y deleite de fotógrafos.
Por la tarde visitamos el Hospital de la Caridad, la Iglesia de la Magdalena, la Plaza de toros de la Maestranza con su museo y su capilla. Y las Reales Atarazanas, mandadas construir por Alfonso X en el siglo XIII y que sirvieron tanto para construcción de barcos, como almacenes de pescado, aduana o fabricación y depósito de piezas de artillería.
Resto
de la tarde libre que algunos aprovechan para acercarse a la Torre del Oro y
darse un paseo en calesa o hacer un viaje en barco por el Guadalquivir.
El día siguiente y último, nos vamos a Itálica, ciudad en ruinas fundada por Públio Cornelio Escipión en el año 206 a.C. que forma el primer asentamiento romano permanente en la Península Ibérica, desempeñando un papel importante en la romanización del valle del Guadalquivir. Se pueden apreciar sus mosaicos y sobre todo su anfiteatro.
Nos acercamos después al barrio de Triana y nos damos un paseo por la calle Betis y alrededores. Fin de los servicios de Beatriz. Resto día libre.
Hubo visitas al Museo de Bellas Artes, gratuito para todos los comunitarios, con permiso de fotos sin flash. Instalaciones algo desatendidas pero con unas colecciones de Murillo, Valdés Leal y Zurbarán magníficas.
Ya el sábado 18 salimos para coger el AVE en la estación de Santa Justa y a las 7,30 de la tarde llegamos a Oviedo donde terminamos el viaje de manera feliz para todos.
Córdoba
Hotel
Conquistador**** situado justo al lado de la Mezquita. Situación inmejorable.
Edificio que por su propia situación seguramente tiene problemas para hacer
mejoras o reformas. Sólo tiene dos plantas. Las cuatro estrellas le quedan algo
grandes. El sistema de comedor no es propio de un hotel de esta categoría,
parece de una fonda. Y la comida, sin ser mala, era bastante ramplona. Los
desayunos tipo buffet. Muy bien de limpieza.
Granada
Hotel Alhamar**** bastante bien situado. Instalación reciente. Buenas habitaciones, modernos baños, buen sistema de ascensores, en recepción muy atentos a resolver cualquier incidencia, buen servicio de cafetería y de prensa, el comedor muy amplio con mesas redondas y el servicio buffet magnífico y muy variado. La limpieza inmejorable.
Creo que es el mejor hotel de todos.
Sevilla
Hotel Emperador Trajano **** el peor situado de todos, con habitaciones buenas pero con los baños avejentados. El servicio de buffet mal acomodado aunque variado y sabroso. El desayuno se tomaba en otro comedor. Bien de limpieza. El servicio de ascensores lento, sólo tiene dos.
En recepción tuvieron algún fallo.
Impecable. Tanto por el despliegue de folletería como por la atención continua se merecen un sobresaliente. Viso y José Antonio se merecen nuestro reconocimiento. No es nada fácil hacer lo que hacen.
Han sabido mantener, con la rigidez justa, todos los horarios para cumplir con las citas. Y cuando hubo que modificarlo así se hizo, en beneficio de todos.
Solamente un pero: Cuando llegábamos a La Maestranza yo ya pensaba que tendríamos una vaquilla para dar unos pases, pero no hubo tal... seguramente lo intentaron pero como el coso estaba de obras no se lo autorizaron.
Para los amantes de la fotografía este viaje supone una oportunidad única.
Toda una sorpresa la pronunciación de palabras árabes por Salvador, el guía de Córdoba.
Es de apreciar que no se ven rotulaciones que nos son ajenas. Nada que ver con viajar a alguna otra Comunidad Autónoma donde hay letreros que no se entienden, aunque estoy de acuerdo con la rotulación dirigida a visitantes de otros países.
Sevilla, debido a que presenta una situación totalmente plana, dispone de una amplia red de carril-bici, debidamente señalada, con un servicio de alquiler de bicicletas muy utilizado. Tiene servicio de tranvía y un incipiente servicio de Metro.