CRÓNICAS 2008

RUSIA

José Antonio Cid

Compañero jubilado de la Caja

CRÓNICA VIAJE A RUSIA

A las 4,30 horas del 19 de Junio, y con un adelanto de 15 minutos sobre el horario previsto, iniciamos el viaje a Oviedo, los viajeros de GIJÓN, en número de 12 personas. En Oviedo, incorporamos el grueso de la expedición, y junto con los compañeros que se nos unieron en Avilés, completamos los 48 pasajeros que llegamos a RANÓN, a las 6,15 de la mañana, para realizar los trámites de facturación, colocación de etiquetas de grupo y el precintado de maletas, repartiéndonos las tarjetas de embarque, quedándonos algún  tiempo, para tomar un tentempié, antes de embarcar en el vuelo de IBERIA que nos llevó a MADRID, como primera escala de nuestro viaje.

Como el equipaje ya había sido facturado desde Asturias, no necesitamos apresurarnos para tomar el vuelo de IBERIA 3810 con salida a las 10,30 que, con toda puntualidad, tomó tierra en el aeropuerto de Moscú a las 17 horas (hora local, en España 2 horas menos)

Cumplimentamos los trámites de emigración con un pequeño sobresalto, ya que a dos viajeros, fuera por error, ò porque cuando repartieron las tarjetas de inmigración estaban dormidos, no las habían cubierto y hubo de cubrirlas  cuando solo quedábamos unas pocas unidades del total de los expedicionarios. Efectuada la reagrupación,  se presentó la Delegada de CÓNDOR VACACIONES, JULIA, quien nos acompañaría durante todo el viaje, convirtiéndose en nuestro ángel guardián, en lo que se refiere a las relaciones con los rusos, salimos del edificio de la Terminal y nos distribuimos en dos autocares que nos dejaron en el vestíbulo del hotel CROWNE PLAZA, no sin antes “disfrutar” de un extraordinario atasco, que hizo que nos llevara un largo tiempo, el recorrer la distancia entre el aeropuerto y el citado hotel. Algo que parece ser habitual en el Moscú actual, a ciertas horas.

Entre JULIA, y nuestra compañera TERESA, coordinadora de la expedición, comenzaron a repartir las habitaciones, y ya comenzamos a vislumbrar algo de lo que después confirmamos en repetidas ocasiones. El nivel de la hostelería en RUSIA, es muy bajo y aunque se trate de hoteles de mucha categoría, la lentitud en el servicio es norma común.

Una vez aposentados, y casi sin tiempo para asearnos, pasamos al comedor a las 21 horas para efectuar la cena, y nada mas acabar, nos trasladamos a efectuar la visita nocturna de la ciudad, sobresaliendo los edificios impresionantes que conforman la Plaza Roja, como son, la Catedral de San Basilio, el mausoleo de LENIN, los Almacenes GUM, La Academia de la Historia, la Iglesia de la Resurrección, etc. Una vez terminada la visita, nos trasladamos de nuevo al Hotel, donde nos alojaríamos durante la estancia en Moscú, para descansar del largo día.

VIERNES 20 DE JUNIO.

Toque de diana a las 7,30 de la mañana, desayuno y a las 9,30 toma de los autobuses para iniciar nuestro recorrido comenzando por el Metro, considerado por todos los que lo conocen, como una joya arquitectónica, y ahora podemos dar fe de ello. Visitamos las estaciones de Revolución, Kiev, Novoloskaya, etc. Cada una de ellas, construida con distintos materiales, en homenaje a los distintos pueblos de la antigua URSS, que aportaron, no solo los materiales, sinò también los especialistas que hicieron posible estas obras.

A continuación volvimos a recorrer la plaza Roja, admirando de día, lo que ya habíamos visto en la noche anterior. El guía ruso, SERGIO, nos hizo fijarnos en detalles que, en la noche nos habían pasado inadvertidos, como el antiguo patíbulo, las tumbas de los dirigentes rusos, que se encuentran tras el mausoleo de LENIN, La iglesia de la virgen de KAZAN, tiempo libre para paseo, visita tienda de souvenirs, y a continuación comida, donde volvió a producirse la situación que sería común en todo el viaje, es decir, la comida servida muy rápida (en algunos casos retirando los platos, casi sin terminar) y la bebida, casi al final con el consiguiente cabreo de todos.

Una vez terminada la comida, nos dirigimos al Monasterio de NOVODIEVICHI, construcción del siglo XVII, donde se puede admirar un iconostasio del mismo siglo, el icono de la Virgen de Smolensk (copia, ya que el original se encuentra en la Galería Tetriakov) y otros frescos importantes de la pintura rusa. En la trasera del monasterio, se encuentra un cementerio, donde reposan los personajes célebres de Moscú, pintores, poetas, y algunos políticos, como Yelsin, y la esposa de Gorbachov. Aunque manifestamos nuestro deseo de visitarlo, por motivo de horario, tuvimos que desistir. Antes de abandonar el Monasterio fuimos deleitados por un coro masculino que interpretó unas piezas religiosas, como propaganda para la venta de CD,s. Este monasterio tiene como atractivo añadido que sirvió de morada a distintas damas rusas, enviadas por sus ex-maridos, en caso de divorcios, ò por motivos políticos cuando fallaron en sus intentos de hacerse con el trono por la fuerza. Es decir, que antes de asesinarlas, preferían que fueran ingresadas en el convento. También posee un icono que representa el Juicio Final, y que esta datado en el siglo XVI. Terminada la visita, vuelta al hotel para la cena y descanso, preparando el día siguiente.

SÁBADO 21 DE JUNIO.

Respetando el horario de costumbre, a las 9,30 de la mañana, abordamos los dos autocares que nos llevaron a las puertas del KREMLIN (traducido fortaleza) actual sede de la Presidencia de Rusia. Traspasada la entrada principal podemos contemplar el gran cañón, mandado construir por Iván el Terrible, uno de los zares mas recordados, ya que a pesar de su apodo (parece que bien merecido), también consiguió grandes triunfos. También se encuentra cerca, la campana de la zarina, que nunca fue tañida, y de la que existe un trozo roto, junto al que se colocan una y otra vez los turistas, para dejar constancia fotográfica de su visita, ritual del que no fuimos inmunes y que hizo que durante algún tiempo, hubiera cola ante dicha campana.

Terminada la sesión fotográfica y divididos en dos grupos, entramos en el patio principal, donde se encuentran las tres catedrales de la fortaleza, es decir, la de la Anunciación, la de la Asunción y la de San Miguel Arcángel, de las que , después de aguardar una buena cola, solamente pudimos contemplar dos de ellas, ya que la de la Asunción se encuentra cerrada por obras. En las dos visitas, nos obsequiaron con unas canciones, interpretadas por coros religiosos de calidad. También por encontrarse en obras, no pudimos visitar el Palacio Imperial, que es uno de los monumentos principales del Kremlin. Una vez terminadas las visitas, y después de un tiempo libre para fotos, nos dirigimos al restaurante para comer, situado en la calle Arbad vieja, en una zona peatonal siendo el comedor de Hard Rock Café, el elegido para la ocasión, pudiendo disfrutar de la decoración, consistente en recuerdos musicales de la época pop, con objetos y fotos de grupos y músicos muy famosos, lo que hizo disparar las cámaras a todo tren.

Terminada la comida, y fijado el punto de encuentro para quien quisiera regresar al hotel, se divide el grupo, para disfrutar cada cual del tiempo libre, en compras, paseo, visitas a tiendas y búsqueda de monumentos indicados en las guías y los mapas de los que todos íbamos provistos. En nuestro callejeo, buscando el Café Pushkin del que nos habían hablado, nos encontramos con el almacén Gastronom 1 que tiene en sus estanterías artículos de  alimentación y bebidas de todo el mundo y cuyos precios hacen justa la fama de que Moscú es la ciudad mas cara del mundo. No obstante es interesante la visita ya que sus techos de estuco, sus mármoles y escayolas, hacen que se asemeje mas a un palacio que a un almacén.

En el grupo en que se encontraba el que esto escribe, nos encontramos al final del día, con un madrileño que nos saludó al oírnos hablar, y al que solicitamos asesoramiento, ya que habíamos decidido cenar en los alrededores, intentando buscar comida típica. Nosotros deseábamos información sobre el país, y él estaba ansioso por hablar con unos compatriotas, lo que llevó a que nos acompañara al restaurante, y aunque se negó a que le invitáramos a cenar, nos ayudó con el pedido de la cena y ante nuestra invitación a que por lo menos se tomara una cerveza con nosotros, nos amenizó la espera contándonos sus experiencias en el año y medio que llevaba residiendo en Moscú. Acabada la cena. Contratamos dos taxis, previo regateo del importe de la carrera y nos dirigimos al hotel dando por finalizada la jornada.

DOMINGO 22 DE JUNIO.

Iniciamos el día con la visita a la Galería Tetryakov, habilitada para recoger los fondos acumulados por un comerciante del mismo nombre, y que cedió al pueblo de Moscú a finales del siglo XIX, no es tan impresionante como el Museo Hermitage pero posee una colección muy buena y que merece la pena no saltarse. A través de la galería se accede a la Iglesia de San Nicolás, donde se encuentra el Icono original del siglo XV, de la Virgen de Smolesk, cuya copia habíamos visto en el Monasterio de Novodevichi. A continuación y a través del puente, donde se encuentran las esculturas donde los novios cuelgan candados y tiran las llaves, simbolizando el amor eterno, nos dirigimos a comer, y fijando como de costumbre el lugar y hora donde abordar el autobús para el regreso al hotel. Al habernos dejado el bus en la plaza roja, en el lugar conocido como kilómetro 0, al pie de la estatua del Mariscal Zhukov, observamos movimiento de veteranos con uniformes de gala y muchas medallas que se dirigían al lugar donde arde la llama perenne en memoria de los caídos en la segunda guerra mundial, y comprobamos que el cambio de guardia se realizaba en traje de gala, y que los moscovitas se dirigían al monumento portando flores. Preguntamos el motivo y nos indican que se conmemora el inicio de la II guerra mundial, que los rusos tienen muy presente.

En este día quiero relatar un hecho curioso para nosotros,  y que parece ser habitual. Cuatro de los viajeros habíamos oído que en un teatro próximo al Bolsoi (cerrado por obras) se representaba el musical titulado Don Quijote de la Mancha, y nos propusimos asistir a la representación. Llegados a la taquilla, vienen dos individuos que nos dirigen con gestos mas bien violentos a la calle, donde nos abordan los reventas, ofreciéndonos localidades que, después del regateo, nos dejan en 25 euros cada una. Como no terminábamos de comprender su oferta, nos alejamos y en un momento de descuido por parte de ellos, nos dirigimos nuevamente a las taquillas oficiales, donde pudimos hacernos comprender y entonces salta la sorpresa – la taquillera nos ofrece entradas de 120, 114 y 102 euros, según la ubicación – siendo estas últimas las que, teóricamente, nos ofrecía el reventa por 25. Ante tal despropósito, y como no entendíamos nada, decidimos volvernos al hotel ante la sospecha de que podríamos ser timados, terminando el día con una cierta desazón y malestar. Según cuentas las guías de viaje, parece ser que en los teatros es normal que existan entradas ò mas bien precios, para los rusos, distintos de los de los turistas.

LUNES 23 DE JUNIO.

A los horarios acostumbrados y en dos autobuses (el grupo estaba dividido en dos por cuestiones operativas) nos dirigimos al conocido como el Anillo de Oro, donde visitaríamos Serguei Posad, Vladimir (donde tendríamos nuestra base), Souzdal, etc. Nuestra primera parada, la realizamos para visitar la Iglesia de San Sergio, así como bajar a beber en el manantial cuyas aguas tienen fama de milagrosas, siguiendo camino hasta Serguei Posad, donde visitamos la Catedral de la Asunción y la Iglesia de la Trinidad, donde se conserva la tumba de la familia Gudonov iniciador de la dinastía de los Romanov. Este conjunto monumental, está considerado en la iglesia ortodoxa rusa, como el equivalente al Vaticano católico.

Al final de la comida, y como anécdota de lo precario que es el servicio en los restaurantes, en nuestra mesa de 5 comensales no llegó el postre. Efectuada la oportuna reclamación nos traen el de 4 personas, recogido de otras mesas en las que no lo habían comido, y para el quinto comensal, traen unos “fisuelos”. Comentándolo posteriormente con otros viajeros, nos indican que parece ser que en una mesa, habían servido dos veces y como tienen los platos contados, no quedó para nosotros. Ver para creer.

Finalizada la comida, emprendemos viaje a Vladimir (fundada por un príncipe del mismo nombre)

Donde visitamos la Iglesia de la Trinidad, actualmente convertida en el Museo de Cristal, en el exterior paseamos por la Plaza de las Catedrales, muralla del Kremlin (fortaleza de la ciudad) y Catedral de San Demetrio, que no pudimos visitar por ser tarde. A continuación nos dirigimos al hotel para tomar las llaves (mas rápido que en Moscú) y pasamos al comedor para la cena, terminando la jornada. A partir de este momento, pudimos contemplar las Noches Blancas, fenómenos atmosféricos que determinan que las horas de oscuridad son mínimas. En los primeros días, fue algo bonito de contemplar, aunque a mí concretamente me costó el no dormir, ya que en Vladimir, las ventanas de la habitación no tenia cortinas ni visillos, con lo que a primera hora de la madrugada (las tres de la mañana) me despertaba el amanecer.

Estas Noches, se extendieron hasta el final del viaje, durando la noche entre dos y cuatro horas, solamente. Algo digno de ver.

MARTES 24 DE JUNIO

Salimos de Vladimir con dirección a Souzdal. Por primera vez en el viaje, el desayuno es buffet, con lo que paliamos la escasez de dias anteriores. Nuestra primera parada fue para admirar el denominado Museo de la Madera, que es una replica de un pueblo que tiene todas sus construcciones en madera, dos iglesias, una de verano mas abierta y otra para el invierno, visita a la vivienda de un campesino rico y otra de uno pobre, etc. Posteriormente visita al Monasterio de San Salvador y San Autimio, donde a las doce del mediodía pudimos escuchar un concierto de campanas muy interesante, posteriormente visitamos la Catedral de la Natividad. Comida en Casa JULIA, una vivienda particular, donde se ofrecen comidas a grupos por parte de la propietaria, asistida por sus hermanas. 

Debo decir que fue el primer sitio de Rusia, donde se nos ofreció la posibilidad de repetir de algún plato (por cierto la comida exquisita) así como de la bebida ò el postre. Nos enseño su futuro restaurante que se encuentra en construcción y nos ofreció láminas pintadas por su marido que tuvieron un gran éxito entre el grupo, que adquirió un buen número de ellas.

A continuación nos dirigimos al lugar de Kideshi donde pudimos contemplar la iglesia mas antigua de Rusia, datada en el año 1152  situada en un entorno muy bonito con el río a su lado,  y el centro de Boris y Gleb, iglesia de San Esteban y a continuación pasamos a las bodegas para efectuar la prueba de distintos tipos de vino con miel, y mezcla de distintas yerbas, hasta un total de 10 variedades distintas. Retornamos a Vladimir, y antes de retirarnos al hotel, la guía nos ofreció visitar  el interior de la Iglesia Católica construida por soldados polacos. Como entendíamos que no tendríamos mucho que ver, concretamos con la guía, que la visita no duraría mas de media hora. Para nuestra sorpresa se estaba celebrando la misa, recibiéndonos un sacerdote polaco que acompañaba a un grupo de peregrinos de la misma nacionalidad, y que a partir del momento de nuestra incorporación pasó a decir misa en Español, Polaco y Ruso, ya que de las tres nacionalidades había fieles. Dado el compromiso asumido con la guía, tuvimos que dejar la celebración, lo cual fue entendido por los sacerdotes oficiantes y los fieles que asistían a la misa.

MIÉRCOLES 25 DE JUNIO.

Visita del pueblo de Bogolubobo, donde existen dos conventos de monjes y monjas. En uno de ellos, y al pretender fotografiar a unas monjas, debido a lo peculiar de su ornamento, fuimos reprendidos severamente, lo que hizo que guardáramos las cámaras, para evitar problemas, visitamos  su iglesia del siglo XII, la iglesia de la Intercesión, para lo cual, nos dimos un paseo de un kilómetro a través de una pista de tierra, para encontrarnos con una iglesia maravillosa, construida sobre una elevación que la preserva de las inundaciones que se producen en primavera. A este iglesia, peregrinan los habitantes de la ciudad, como en romería, desplazándose algunos en calesas tiradas por trotones, que proporcionan una estampa inolvidable.

Comida y regreso a Moscú, donde tras la cena, nos desplazamos a la estación de Tren para recoger los billetes de los compartimentos dobles donde nos fuimos instalando. Antes de partir el tren, pasó una azafata (que mas se parecía a un militar que a una camarera de tren) para ofrecernos unas bebidas y tomar el pedido del plato caliente del desayuno, ya que el resto, estaba en las bandejas situadas en el compartimento, solo faltaba en agua caliente para la bebida soluble (café o tè) que nos seria servida después de despertarnos antes de la llegada a San Petersburgo. Este tren, conocido como Flecha Roja, tiene, en sus compartimentos,  una decoración que parece sacada de principios del siglo XX aunque es confortable y el viaje se realizó sin contratiempos.

JUEVES 26 DE JUNIO.

Llegada a San Petersburgo a las 8 de la mañana, y a continuación traslado al autobús que nos llevaría junto con nuestra guía Tatiana, a efectuar la visita panoràmica de la ciudad. Primera parada en la Plaza de San Isaac, visita a la Iglesia de la Resurrección de Cristo, Puentes sobre el canal, visita al barco “Aurora”, Isla de Basilio, donde existe en su centro una fuente grandiosa, que se ilumina en las noches. En la zona cantidad de novios acompañados de sus invitados, haciéndose fotos, portando los invitados botellas de champán de las que bebían en vasos de plástico. 

Parada a  comer y a continuación un paseo por los canales en un barco descubierto que nos llevó a conocer hermosas fachadas de la ciudad, y a cuyo final, nos dirigimos al hotel Pulkovskaya, donde, ya se encontraba JULIA, que había conseguido que nos tuvieran designadas las habitaciones para acomodarnos nada mas llegar, ya que a la noche teníamos el aliciente del partido ESPAÑA-RUSIA, en las semifinales de la Eurocopa de Fútbol. Nos indican que las agencias sugieren que se vea el fútbol en las habitaciones, con objeto de que no se produzcan disturbios teniendo en cuenta la cantidad de rusos que hay en el hotel, lo que después se demostró innecesario.

Una vez cenados, nos dispusimos a ver el fútbol, pero desgraciadamente se produjo una llamada para unos compañeros que les informaban que debían regresar a GIJÓN, urgentemente por enfermedad muy grave del padre de uno de ellos. Merced a las gestiones realizadas por JULIA, apoyada por VISO, consiguieron plaza en un vuelo que partía de S. Petersburgo a las 7,30 de la mañana, con lo que consiguieron estar en destino a las 3 de la tarde. Al final, el partido se resolvió a favor de España y sin incidentes.

VIERNES 27 DE JUNIO.

Iniciamos la jornada, con la visita al Palacio de Verano – Peterhof, cuya fachada norte, da al golfo de Finlandia, y que cuenta con innumerables fuentes, preciosas todas ellas. Este palacio fue el preferido por el Zar Pedro I, del que tomó su nombre. Desgraciadamente, por imperativo del tiempo, no nos fue posible disfrutar de los jardines de este palacio, por lo que rápidamente  nos dirigimos a la fortaleza de Pedro y Pablo, en cuya catedral, se encuentran las tumbas de los Romanov. Esta catedral se destaca sobre las demás, por estar construida en estilo barroco. La fortaleza fue durante años cárcel para presos políticos. En nuestro viaje hacia la Catedral de San Isaac, pasamos por delante de la antigua fábrica de confección Kirov, donde en sus momentos álgidos de producción, llegaron a trabajar 30.000 personas, y cuyo edificio aun continua en pie. La Catedral de San Isaac, fue considerada en su tiempo, la tercera mas alta del mundo, después de San Pedro de Roma y San Pablo de Londres. Destaca por la combinación de mármoles de colores y otras piedras como la malaquita y otras, además del pan de oro lo que da un gran colorido a sus frontales.

Terminada la visita concretamos con la guía la excursión para ver la apertura de los puentes del río Neva, iluminados que nos habían elogiado como digno de ver y que no estaba incluida en el circuito. Al retornar al hotel con la cena por nuestra cuenta, decidimos hacerlo en la cafetería donde tuvimos que esperar mas de una hora (literal, medida por el reloj) para conseguir que nos sirvieran unos bocadillos, mientras contemplamos con asombro, como en una mesa cercana, a cuatro ciudadanos rusos, llegados mas tarde que nosotros, les servian inmediatamente, sin que sirviera de nada nuestras reclamaciones. Lo que refuerza una vez mas nuestra opinión del mal servicio que dan en la hostelería rusa.

Llegadas las 12,30 de la noche, salimos para efectuar la excursión donde pudimos contemplar numerosos edificios brillantemente iluminados, la fachada de la Iglesia del Alquitrán, y los puentes que se abren para dejar paso a los barcos que vienen del Báltico, y alguno de ellos, de una envergadura considerable. Finalizada la visita, retornamos al hotel pasadas las 3 de la madrugada.

SÁBADO 28 DE JUNIO.

Madrugar a la hora de costumbre, para iniciar la visita a la colección Hermitage. A pesar de que la avalancha de gente, hace que no puedas dedicar el tiempo que se desearía a contemplar las piezas que se exhiben, es innegable que la fama que le precede, es justísima. Solo hay un calificativo que encaja y es el de IMPRESIONANTE. A continuación comida (por cierto muy bien servida, por una vez) y a continuación, visita al Palacio de Catalina ò Sàrskoie Sielò, con sus impresionantes salas, la del ámbar, la de ágata, la Sala Grande, que se encontraba preparada para alguna recepción y donde pudimos escuchar y contemplar el ensayo de un grupo infantil de baile acompañados de una orquesta, el pan dorado empleado que se cree llegó a los 100 kilos de oro puro, etc. Una muestra mas del esplendor de la Rusia de los Zares.

Finalizada esta visita, traslado rápido al hotel, ya que a las 8 de la tarde teníamos el espectáculo de folklore típico ruso, donde un grupo de baile, con su orquesta, nos deleitó con varios números de bailes cosacos, exhibición que duró hasta las 9,30 de la tarde, retorno al hotel para cenar en precario, ya que estábamos fuera de horario y enseguida a la cama, ya que al día siguiente retorno a Madrid, el madrugón era de aupa.

DOMINGO 29 DE JUNIO.

A las 3,30 de la mañana salida del hotel, hacia al Aeropuerto. Cuando llegamos, primer inconveniente del día. Ya que la barrera de acceso no se eleva y ello hace que tenemos que abandonar el autobús unos metros antes del edificio de la Terminal y arrastrar nuestras maletas hasta éste. Afortunadamente facturamos y pasamos el control de pasaportes sin novedades dignas de mención y a las 6,15 de la mañana, tomamos el vuelo de iberia 3817 de San Petersburgo a Madrid, donde el comandante del mismo, D. José María Gamón, tuvo la deferencia de invitarnos a un número de viajeros de nuestro grupo, a visitar la cabina, y donde amablemente contestó a nuestras, algunas veces, ingenuas preguntas. Esto fue el colofón de nuestra visita a Rusia, llegando a Madrid sin novedad. Una vez en la capital de España, nos encontramos con algunos grupos que se dirigían a Viena a presenciar la final de la Eurocopa de fútbol, prestando un gran colorido a la T-4. Una vez obtenidas las tarjetas de embarque y tomado el vuelo a las 12 de la mañana, aterrizamos en RANÓN, a las 13 horas, encontrándonos con el inconveniente de que nuestras maletas se habían quedado en Madrid. Efectuamos la reclamación oportuna y nos avisaron de que a partir de las 3 de la tarde, podríamos retirarlas, sin otros inconvenientes, poniendo así punto final a nuestra excursión, iniciada el 19 del corriente.

CONCLUSIÓN FINAL.

A título de opinión personal, y por si puede servir para el viaje del próximo año, entiendo debe reducirse la visita al Anillo de Oro, aumentando los días de visita a San Petersburgo, que entiendo se le debe prestar mas atención. Por lo demás creo que entre los guías, Tere, Viso, y la buena voluntad de todos los viajeros, conseguimos el propósito de pasárnoslo bien y terminar sin percances dignos de mención.