Jesús Ramón Elías García Vicepresidente del Club de Viajes |
8 de marzo, primera salida del Club del año 2011. La elección, el concejo de Pravia y en concreto la localidad de Santianes y su iglesia prerrománica, primera edificación de este arte con raíces asturianas, que data del año 774. El día no quiso quedarse atrás y nos deparó una magnifica y soleada jornada invernal, y ya sabemos lo bien que sienta el calor moderado a los viajeros.
Desde Oviedo, Gijón y Avilés, 20 viajeros encaminaron su paso tranquilo y nada madrugador a Santianes para comenzar visitando el Museo Prerrománico, construido en el año 2007, pequeña edificación que trata de recoger algunos objetos recogidos en las excavaciones de la zona. Todo ello gira alrededor del reinado del Rey Silo y su esposa Adosinda, que establecieron en Pravia la capital del reino asturiano tras Cangas de Onís y antes de Oviedo, permaneciendo en el poder hasta el año 783. Allí nos recibió Marisol, guía no profesional que nos facilitó el Ayuntamiento de Pravia para la realización de las visitas culturales del día. Esta primera parada nos sirvió para recordar la monarquía asturiana, sus capitales y su continuación en el reino de León. La pieza más importante que pudimos ver, por su valor, se trata de una reproducción, de la piedra laberíntica, cincelada con bellas letras capitales romanas y en donde se puede leer SILO PRINCEPS FECIT – El Príncipe Silo hizo la iglesia. La disposición de las letras hace que desde cualquiera de las “S” existentes se pueda completar la lectura de la mencionada frase. A continuación pasamos a la iglesia que se encuentra a escasos metros del museo y donde, junto con las características más representativas del arte prerrománico, nos fueron comentando pasajes de la historia, más o menos creíbles, de aquellos tiempos. Muy reconstruida y con pocos vestigios originales sí permite ver el estilo de construcción de todas estas iglesias y nos hace suponer que a su alrededor debía de encontrarse el palacio del reino a juzgar por las dimensiones. Una visita a su interior, actualmente dedicada al culto, nos permitió observar alguna ventana original y una pila bautismal de extraña forma y que deja muchas dudas sobre la forma de aplicar el bautismo. Un calvario medio destruido durante la guerra civil y recuperado de las aguas del Nalón por los vecinos, preside el fondo del altar.
Y como el tiempo no corre sino que vuela nos tuvimos que ir a la búsqueda de nuestro siguiente destino, el núcleo zoológico El Rincón de las Aves.
La corta distancia y el buen tiempo nos animó a caminar los 700 metros que nos separaban de la casa en donde Carmen y Ceferino, en una labor de muchos años, han logrado reunir a un buen número de parejas de aves de los cinco continentes. En un espacio no todo lo grande que sería deseable podemos disfrutar de faisanes, perdices, codornices, colines, francolines, tórtolas, anátidas, grullas y pájaros exóticos además, de 400 variedades de plantas, arbustos y árboles debidamente identificados. Algunas de nuestras acompañantes se llevaron algunos esquejes de plantas y flores con el fin de obtener en sus viviendas un recuerdo del lugar. Un interesante lugar que trabaja por la conservación de la vida salvaje y que precisa de otros centros de este tipo para completar o dar salida a ejemplares con el fin de tener tan solo parejas de las distintas especies. La mañana no estuvo mal y dado que no disponíamos de más tiempo nos dirigimos a Pravia para comer.
Un verdadero descubrimiento La Sala del Buen Yantar, con María Jesús al frente, que nos hizo deleitarnos con un menú que a ella le gusta especialmente. Unas patatas rellenas de marisco, casi nadie se quedó sin repetir, y un solomillo a la salsa del ciruelo, que desgraciadamente quedó en los platos en cantidad importante. Para rematar, un equipo de tartas caseras de chocolate, fresas, nueces, etc., y unos chupitos que más bien parecían copas y de las de antes, para que todos nos marcháramos dando parabienes a la cocina y al lugar. Desde luego un lugar para recomendar sabiendo que no van a fallar.
Para la tarde nos quedaba visitar La Colegiata de Pravia. Comenzando por la conveniencia o no de la renovada zona donde se levanta esta iglesia, de proporciones catedralicias, el palacio y las casas de los canónigos. Siendo prácticos diremos que la localidad ha ganado con un espacio abierto de buenas proporciones, que permitirá la realización de actos de todo tipo al aire libre y con buena afluencia de público. La visita guiada, nuevamente con Marisol, contó con la ayuda de José, que si bien no vendió sus postales sí que cumplió con la máxima del ahorro de energía y nos dejó a oscuras por momentos.
Todo forma parte del anecdotario de un estupendo día de excursión donde, creo, que todos disfrutamos y nos lo pasamos muy bien. No hay que ir muy lejos si queremos ver y disfrutar de los sitios y de las personas. Nuestro agradecimiento a nuestro transportista Pullmans Llaneza.