Antonio María Menéndez Fernández Cronista oficial del Club |
Cuando uno viaja hacia el sur de España, después de atravesar la estepa castellana y cruzar el barranco de Despeñaperros, siempre me llama la atención el paisaje de la provincia de Jaén con esa especie de bosque ordenado que forman los millones de olivos que cubren valles y colinas hasta el horizonte, desde cualquier lugar que se divise. Como hoy se viaja rápido y aislado por las autopistas y las prisas por llegar pronto al destino van aplazando la curiosidad de conocer estas tierras, quedando como una cita pendiente.
Pues bien, estos días toca cumplimentar esta curiosidad de conocer estos pueblos blancos, villas históricas y la cultura asociada a este árbol, que con más de sesenta y seis millones de ejemplares conforman el paisaje y a su producto, el aceite; así como hacer una visita a las sierras de Cazorla, Segura y las villas que aportan un contrapunto visual al panorama general de esta tierra.
Establecemos la base en un hotel de Baeza muy adecuado a la visita pues es un antiguo palacio gótico – renacentista: El Palacio de los Salcedo, emblemático de la ciudad y claro ejemplo de la arquitectura de estas villas. Hoy aunque restaurado mantiene el aspecto original y le da un ambiente propio de la época a la estancia
Desde ahí nos movemos para visitar las distintas villas y almazaras, pueblos blancos y castillos, muy numerosos y algunos bien conservados. Esta zona fue durante mucho tiempo frontera entre los reinos cristianos y árabes, lo que explica su número, con muchas refriegas y batallas de conquista y reconquista. Para los más interesados se puede hacer una ruta que llaman de los Castillos y Batallas que mediante la gastronomía, los mercadillos y torneos dan a conocer la historia, en esta zona tuvieron lugar principalmente tres batallas que en su tiempo cambiaron el devenir de la historia: Batalla de Baécula (208 a.c.), batalla de las Navas de Tolosa (1212 ) y batalla de Bailén (1808 ).
Así es como llaman por aquí a este árbol, tema central de este viaje y del vamos a hacer una breve reseña histórica.
Desde la antigüedad se ha considerado al olivo en la zona mediterránea símbolo de la paz y la amistad y a su aceite virtudes curativas, saludables e incluso religiosas.
Los primeros documentos escritos se remontan a la cultura cretense y al reinado de Minos (2.500 a.c.) que ya hablan de la importancia del aceite. Los griegos ya cuidaron y favorecieron su cultivo y los romanos fueron grandes consumidores principalmente llevado desde la Hispania y más concretamente de la Bética.
Aunque no se conoce con exactitud el inicio del cultivo en Hispania, atribuyéndose a los fenicios o ya posteriormente a los griegos, sí se sabe la importancia que fue adquiriendo durante la dominación romana principal abastecedor de Roma y de todo el imperio. Este floreciente comercio hizo extender las plantaciones por todo el valle del Betis hasta llegar a las laderas de Sierra Morena. También hizo florecer las industrias de ánforas establecidas en las riberas principalmente de los ríos Guadalquivir y Genil.
Con la dominación árabe y visigoda siguió desarrollándose y sigue hasta nuestros días que está nuevamente en fase expansiva con plantaciones intensivas en regadío aplicando técnicas de olivicultura avanzada.
Las almazaras son las industrias en las que las aceitunas se transforman en aceite, exclusivamente mediante procedimientos mecánicos (molienda, centrifugación, decantación y filtrado).
Para conocer el funcionamiento de las almazaras visitamos dos de ellas: Museo de la cultura del Olivo situado en La Laguna de Puente del Obispo (a 8 Km de Baeza). Este antiguo cortijo del siglo XVII alberga el Museo y además de una Escuela de Hostelería, un hotel, un restaurante, y una zona de acampada. Con una superficie de más de 4.000 m2, es el museo sobre el aceite más grande de España. En esta visita conocimos todo el proceso para la obtención del “oro líquido”, así como las características y propiedades del aceite de oliva. La exposición se divide en tres zonas: El Jardín de variedades, donde observar físicamente los diferentes tipos de olivos (hay más de 30 clases, procedentes de todos los países de la cuenca mediterránea). La variedad autóctona de Jaén es la picual (que ocupa casi un 95% de la superficie olivarera) aunque también se produce arbequina en menor cantidad. Las Almazaras, donde conocimos los tres procesos fundamentales de la elaboración del aceite (molienda, prensado y decantación-almacenamiento) a través de la reproducción de tres molinos tradicionales: el molino torre, el molino de alhorí y el molino de viga. La Catedral del Aceite, una bodega del siglo XIX que por su arquitectura está declarada Monumento Nacional. Tiene capacidad para un millón de litros de aceite (100.000 en cada depósito de piedra).
También hicimos la visita turística a la Almazara Oro Bailén: realizamos una visita guiada a esta almazara para conocer in situ todo el proceso de producción del aceite de oliva virgen extra, desde la recepción del fruto, a su almacenaje y envasado. Hay que tener en cuenta que el auténtico AOVE es simplemente puro zumo de aceituna, sin añadidos (se necesitan 5 Kg de aceitunas para extraer 1 litro).
De los aceites obtenidos se dividen en las siguientes clases:
Como trabajo práctico de todo esto realizamos diversas catas para degustar los distintos sabores, olores y colores de las distintas variedades de aceitunas así como de los distintos tipos de aceite.
Empezamos la visita por algunas de las villas de la comarca de las Lomas parando primeramente en el santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta con una antigua historia de devoción y a continuación nos dirigimos a Iznatoraf que fue una medina islámica de gran importancia, y por ello alberga un importantísimo patrimonio histórico que nos traslada a la época de Al-Ándalus. Las huellas arquitectónicas y artísticas que se conservan de aquel tiempo lo atestiguan, tales como los restos de su fortaleza árabe, que da nombre a la población, así como su urbanismo, con un casco antiguo rebosante de calles estrechas.
Chiclana de Segura, situada ya en otra comarca, la del Condado, es también de origen árabe, situado en lo alto de un montículo rocoso en torno al cual parece que hayan pegado las casas. Llama la atención al llegar las dos formas de acceder, bien por un ascensor panorámico o por un túnel que lleva hasta la plaza mayor donde los lugareños buscan la sombra mientras charlan tranquilamente y luego callejear las empinadas calles hasta subir al castillo desde el que se puede divisar un espléndido panorama de valles y colinas poblados todos ellos por mares de olivos. Otra curiosidad es el uso de cuevas como viviendas y zonas de tránsito.
Úbeda y Baeza, son dos villas parece que condenadas siempre a ir juntas en cualquier referencia que se hace a cualquiera de ellas; quizá debido a su singularidad que se palpable en sus trazados urbanísticos e importantes edificios. Están declaradas Patrimonio de la Humanidad como máximo exponente del renacimiento español conservando entre sus calles el trazado original de los tiempos antiguos. Como ya alguien reseño, Úbeda representa la arquitectura privada y el poder civil mientras que Baeza, la arquitectura publica y el poder religioso.
En Úbeda como elementos arquitectónicos a reseñar figuran la plaza Vázquez de Molina, un recinto abierto donde se alzan los monumentos más importantes del renacimiento como la Capilla Funeraria del Salvador del Mundo, la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares y el Palacio de Juan Vázquez de Molina. En Baeza sobresalen la plaza de Santa María, donde destaca la Catedral consagrada a la Natividad de Nuestra Señora; y además, la iglesia románica de Santa Cruz, el palacio de Javalquinto, el ayuntamiento o la plaza del Populo.
Merece una especial atención el aula donde el escritor Antonio Machado daba clase de Gramática Francesa en el Instituto de Bachillerato situado en la Antigua Universidad, ya que se conserva con el mismo mobiliario de la época: pupitres antiguos, mesa del profesor con brasero, perchero de madera…
El patrimonio histórico y cultural tiene su origen en Francisco de los Cobos, que fue funcionario español y secretario de Carlos V; nacido en Úbeda en 1477 y que murió en 1547 en la misma casa donde había nacido; pertenecía a una humilde familia andaluza pero gracias a su tío Diego Vela, que había conseguido los cargos de contador y secretario de la Reina Isabel, llegó a acaparar un enorme poder; y su arquitecto, Andrés de Vandelvira autor de casi todos estos monumentos.
Jaén. También tiene un importante patrimonio histórico. Tradicionalmente ha sido un lugar de paso y frontera, llegando a convivir las culturas cristinas, judías y árabes de las que conserva importantes legados, pero la importancia cultural y económica que surge en torno al olivo, la mayor riqueza de esta tierra convierten a Jaén en la Capital Mundial del Aceite.
Visita imprescindible es el Castillo de Santa Catalina desde el cual se divisa toda la ciudad con sus torres y campanarios, destacando su imponente Catedral, pieza clave del renacimiento español y que sirvió de modelo a las catedrales sudamericanas, así como el paisaje del olivo.
Andújar. Casas señoriales, edificios modernos y viviendas de arquitectura tradicional conforman su paisaje urbano, en el que se encuentran edificios monumentales como la Iglesia de Santa María, la Iglesia de San Miguel, la Iglesia de San Bartolomé, el Palacio de Cárdenas, el torreón de la Fuente Sorda, la Torre de Tavira, el Ayuntamiento y otros muchos.
Canena. Con su castillo – palacio renacentista que perteneció a Francisco de los Cobos y un curioso museo del teléfono, en el que se puede rememorar épocas no tan lejanas en el tiempo
Sierra de Cazorla, Segura y las Villas. Como un contrapunto paisajístico visitamos este parque Natural donde podemos decir que sur verde existe. Sólo aquí es posible que se fundan el luminoso azul de los cielos mediterráneos, el blanco de la nieve en las cumbres y el verde de la mayor masa boscosa continua de España. Esta mágica combinación de luz, alta montaña, grandes bosques y pequeñas aldeas no se da en ningún otro lugar de España.
El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas estaca por la enorme extensión de sus territorios montañosos, agrestes, donde la huella humana se integra en usos tradicionales, conformando un paisaje equilibrado, pero comandado por las fuerzas de la naturaleza. Aquí nacen dos importantes ríos, el Segura hacia el este y el Guadalquivir que después de marchar hacia el este da un sorprendente giro de ciento ochenta grados para recorrer toda Andalucía de este a oeste y desembocar en el océano Atlántico.
A la entrada del parque se sitúa la población de Cazorla, un bonito pueblo con su rio que la atraviesa subterráneamente, sus plazas y su castillo que domina todo el valle.
El tapeo, en la provincia de Jaén, es algo cotidiano y tradicional entre amigos y familiares. Normalmente con las cervecitas, el vino u otras bebidas te sirven una tapa típica como los ochíos, embutidos, aceitunas… para compartir. Cuando se queda con los amigos para tapear se queda para “ligar” o más bien “echar la ligá”. En el campo durante la recolección las cuadrillas tenían la costumbre de parar la labor unos minutos hacia las 12 del mediodía para “ligar”; ahora se hace lo mismo bien a la hora del vermut o al anochecer.
Nosotros, por las características del viaje los hacíamos después de la cena y de disfrutar de la dura jornada de oleicultura, del a veces excesivo celo de los guías, del calor y demás vicisitudes diarias que hacen tan dura la vida del turista. En una terraza de la plaza echábamos “la ligá” amenizados por un camarero que con pretensión de monologuista pero no exento de cierta gracia, nos contaba las penas de un ubetense en Baeza, que entre la rivalidad existente entre las dos poblaciones le traen en un malvivir.
Antes de terminar agradecer los afanes de Raquel y Luisma para que todo fluyera en la mejor armonía y, como no, recordar esos versos que el poeta Miguel Hernández escribió sobre esta tierra y que mejor definen las emociones que estas tierras despiertan:
Andaluces de Jaén Aceituneros altivos Pregunta mi alma: ¿De quién, De quien, son esos olivos? Jaén levántate brava Sobre tus piedras lunares No vayas a ser esclava Con todos tus olivares Dentro de la claridad Del aceite y sus aromas Indican tu libertad La libertad de tus lomas |
Octubre de 2018